miércoles, 7 de julio de 2010

No no pierdo la esperanza.

Mis divorcios:

1) tenia 23 y era boluda, chicas, niñas de la blogosfera, créanme que era boluda, por tener un titulo de profesora de historia y el, uno de lengua creímos que éramos intelectuales y que nos llevaríamos el mundo por delante, terminas divorciándonos por que el moso de la esquina lo descubrió a mi marido morfándose un pebete.


2) Tenia 29 años y era bastante inteligente mi hijo me compraba el dexotanil en la farmacia y un día vino el farmacéutico a verme, y me encaro preguntándome por la nota con la que lo mandaba a mi hijito Lucas a comprar, y entonces me enamore. De ese día de locura en que me enamore del vendedor, del dealer dirían ustedes, tarde en escaparme 4 años.

3) Tenia 42 años y el remisero del barrio el que siempre me llevaba a la casa de mi hijo mayor me hablo de Pablo Neruda, que lo hizo para levantarse minas era obvio, pero yo lo sabia, ya era muy inteligente y aun así caí en la “trampa”.

4)

3 comentarios:

  1. Tita, el pròximo va a ser un veterano, que le va a decir que consigue Viagra del bueno.

    Estèse preparada!!!!

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  2. Ves necesitan viagra, nosotras duramos mucho mas como las pilas duracell.
    Saludos amado ladronazo.

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  3. Era evidente que tu marido y vos tenían los mismos gustos y que a vos además, te encantan los verseros. Buena suerte con el próximo.

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